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Tanto si estás embarazada, crees estarlo o buscas quedarte, debes saber que tomar alcohol conlleva una serie de consecuencias graves para la salud de tu bebé.

El alcohol, al ser consumido, viaja por el torrente sanguíneo atravesando sin dificultad la barrera placentaria donde el embrión o feto alcanza la misma cantidad de gramos de alcohol por litro de sangre que la madre, permaneciendo ese nivel por más tiempo en el bebé, al no tener desarrollados completamente sus riñones y no poder metabolizar el alcohol tan rápidamente como lo haría un adulto.

Dependiendo del momento de gestación en el que se produce la ingesta de alcohol, este puede traer consigo problemas graves de salud y anomalías congénitas conocidas como síndrome de alcoholismo fetal.

Los síntomas que pueden presentar el niño debido al abuso de alcohol por parte de su madre pueden ser diversos, por ejemplo:
 

* Anomalías cardiacas. El consumo de alcohol durante el embarazo, aumenta el riesgo de las malformaciones congénitas de corazón. Los bebés que nacen con el Síndrome de Alcoholismo Fetal (SAF),  frecuentemente son afectados.

* Crecimiento deficiente antes y después del parto. El aumento de peso de estos niños es relativamente más lento que el crecimiento lineal.

* Cambios en la forma de la cara. Rostro ancho, achatado, un puente nasal bajo y ancho con pliegues epicantales y una nariz corta respingona.

* Problemas de aprendizaje y comunicación.

* Alteraciones de conducta.

* Fracaso escolar.

En conclusión, algo que el sentido común nos indica: el consumo de alcohol no es bueno para el futuro bebé cuando se está embarazada y ante la cuestión de cuál es la dosis a partir de la cual comienza a ser perjudicial, desde CT Grupo 4 de Madrid, que nos dedicamos a rehabilitar mediante terapia individual y grupal del alcoholismo lo tenemos claro:

Ni gota de alcohol si estas embarazada.